La FELICIDAD tiene muchos rostros pero está claro que VIAJAR es uno de ellos… Vuelvo de viajar, vuelvo a casa y… Vuelvo FELIZ amigos!
Hacía meses que mi espíritu inquieto y muy globetrotter me pedía a gritos cambiar de aires, descubrir nuevos lugares, olvidarme del reloj, de los madrugones y de las responsabilidades diarias… Mi alma venía necesitando un viaje como el aire que necesitan mis pulmones, así que después de pasar la Navidad en familia aproveché el resto de mis vacaciones navideñas para hacer, no uno sino 2, preciosos viajes!
- Uno de trabajo por Bélgica y Holanda tomando las uvas para acabar el 2019, con grandes amigos y buenos clientes, a bordo del lujoso crucero fluvial ROYAL EMERALD.


- Otro por placer, pisando por primera vez tierras marroquís durante los 14 primeros días del nuevo año y descubriendo una nueva cultura, nuevos lugares y maravillosas gentes.
He de confesaros que cuando tengo estas grandes vivencias, me siento una gran afortunada… Una gran afortunada por ser una valiente, amante de la vida, que decide salir de su zona de confort para aventurarse a vivir lo que está ahí fuera… Y afortunada porque siempre acumulo experiencias hermosas, conozco a gente maravillosa de la que aporta y mucha de la cual se convierten en buenos amigos for ever, siento y vivo momentos llenos de emociones y magia que permanecen para siempre dentro mía y vuelvo con el corazón y el alma tan feliz, tan en paz… y el cuerpo siempre más ligero, más relajado, más fuerte… más libre! Pues sí EL VIAJAR es VIDA!